Cuando tu bebé nace entre 6 y 10 semanas antes del fin de la gestación, se considera que es un bebé muy prematuro. A las 31 semanas el riesgo de que el bebé sufra complicaciones después del parto es muy grande.
La mayoría requiere tratamiento con oxígeno, surfactante y asistencia respiratoria mecánica. A algunos de ellos se les puede dar el pecho o alimentar con fórmula por un tubo que se les coloca en el estómago a través de la nariz o la boca, aunque a otros se los debe alimentar por vía intravenosa.
Con esta edad, generalmente el bebé pesa entre 1 y 2,5 kilos y mide entre 35.6 y 46 centímetros. Sin embargo, los bebés de muy bajo peso (menos de 1,5 kilos) están expuestos al riesgo de desarrollar incapacidades serias.